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La casa está toda rodeada de terrazas soladas con pizarra que permiten caminar por cualquier lugar de la parcela sin entrar dentro de la vivienda. Cada lugar tiene un rinconcillo que se aprovecha en función del calor y la luz solar que cada uno desee: desde una mesita fresca​​

para comer cuatro personas bajo la sombra en verano, a los sillones en el patio ideales para una tarde soleada de invierno, el solárium sobre la piscina o el estupendo porche que protege de los cambios de tiempo.

El porche tiene XX m2, en él cabe una zona de estar muy grande y una mesa de comedor con capacidad para catorce personas que es el lugar

perfecto para las barbacoas o grandes comilonas que de esta forma no dependen del tiempo que haga.

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