
La última gran reforma la hicimos en 2015, y acometimos el proyecto del jardín de casi 3.000 m2 con diferentes patios que rodean la vivienda.
Fue un proyecto complejo porque la parcela tenía muchísima pendiente y hubo que aterrazarlo, con mucha dificultad pues el terreno era tan blando que se hundían las
excavadoras. Al final lo conseguimos y pusimos la que, probablemente, sea la piscina más bonita de Asturias.
La vista de la casa desde la parte de abajo del jardín es bellísima, la flores blanco brillante de las hortensias limelight dura prácticamente todo el verano.

Bañarse en ella y asomar la cabeza desde el agua para ver el valle es una experiencia que pone a la playa en segundo lugar. Le da el sol
todo el día, desde que sale hasta que se pone con lo que el agua está bastante calentita.












