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Debajo de la panera decidimos aprovechar la cuadra para hacer un estudio con una cierta independencia de la casa, con una pequeña cocina, un sofá cama y una habitación doble, además de un cuarto de baño. Junto a la puerta de entrada aún se conserva la argolla de
granito en la que, en su día sujetaban a los animales de tiro, al regresar del trabajo en el campo. Dos escaleras ascienden desde este patio al aparcamiento en el que caben al menos cuatro coches con holgura.
El apartamento está integrado en el patio central de la Gualterina. Un patio que comunica con el
porche delantero por un lado y por otro con la entrada trasera a la casa y subida al aparcamiento.
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